Mi experiencia en el Draft de la NFL
Troy Vincent, vicepresidente ejecutivo de Operaciones de Fútbol Americano de la NFL, comparte su recuerdo del día de su Draft de la NFL.
Troy Vincent, vicepresidente ejecutivo de Operaciones de Fútbol Americano de la NFL, comparte su recuerdo del día de su Draft de la NFL.
Han pasado muchas cosas desde aquel 26 de abril de 1992, el día en que los Miami Dolphins mencionaron mi nombre como la séptima elección general en el Draft de la NFL de 1992.
Fue uno de los acontecimientos más preciados y memorables de mi carrera y, sin duda, uno de los mejores momentos en la historia de mi familia. Pero, para mí, solo fue el comienzo .
Muchos expertos me habían proyectado como una elección de primera ronda temprana, por lo tanto, me invitaron a asistir al Draft. Hice el corto viaje de Trenton, Nueva Jersey, a la Ciudad de Nueva York para sentarme junto con otros importantes candidatos en la “sala verde”, donde esperamos que se dijeran nuestros nombres.
Cuando los Dolphins me eligieron con la séptima elección, me di cuenta de que todo el trabajo arduo y mis sueños habían dado sus frutos. Las inversiones que hicieron en mí mi familia, mis entrenadores y los miembros de la comunidad con el correr de los años se justificaron.
Pero la experiencia del Draft es mucho más que el entusiasmo de escuchar tu nombre, darte la mano con el comisionado y sostener el jersey de tu nuevo equipo mientras posas para las fotografías. Es el inicio de una de las etapas más intensas y desafiantes de tu vida.
Muy a menudo, los atletas de hoy en día se focalizan en la celebración inmediata, y no en lo que viene después. Una vez que eres elegido, ingresas en un mundo donde te juzgarán por tu producción, no por tu potencial. Algunas personas aún te dirán lo bueno que eres, pero ahora, más que nunca, hay otros jugadores que trabajan duro, que tratan de sacarte el trabajo y tu sueño.
Una de las experiencias más memorables para mí fue cuando regresé a Trenton después del Draft. Mi familia, amigos y entrenadores se reunieron para celebrar conmigo. También me ayudaron a poner en perspectiva lo que había pasado. Un par de horas después, estaba nuevamente en la vieja cancha de baloncesto en el parque de la vuelta de la esquina jugando un partido informal.
Ese día, las personas más importantes de mi vida me ayudaron a permanecer con los pies sobre la tierra. Me di cuenta de que mi primer día completo como elección principal del Draft tenía que ser como cualquier otro día y que el verdadero desafío estaba por delante. Tenía que competir y ganarme mi puesto con los Dolphins.
Mi consejo para los jugadores acerca del Draft es que celebren, pero que no permitan que nadie les diga que haber sido elegidos por un equipo de la NFL es la cumbre de sus carreras. Ni una sola vez permití que eso se instale en mi mente. La experiencia de juego de la NFL es solo el próximo paso de una travesía más larga.
Las Escrituras dicen que a aquellos que más se les da, más se les pide, y que la humildad viene antes que el honor. Ser elegido por un equipo de la NFL es un logro increíble, pero requiere humildad. Dios no solo me bendijo con esta oportunidad de jugar el deporte más increíble en el escenario más importante, también me bendijo con una responsabilidad impresionante de hacer algo bueno con esto.